simbolo masonico sobre fondo oscuro

Qué es la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones

La Gran Logia de la Argentina es el núcleo central de la masonería en el país, promoviendo valores de libertad, igualdad y fraternidad desde 1857.


La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es la principal organización masónica del país, fundada el 2 de agosto de 1857. Su objetivo es promover los principios de la libertad, igualdad y fraternidad, así como el desarrollo intelectual y moral de sus miembros. Esta institución se basa en la tolerancia y el respeto por las creencias de cada uno, fomentando el diálogo y la cooperación entre sus integrantes.

La Gran Logia tiene una rica historia que se relaciona estrechamente con los acontecimientos políticos y sociales de Argentina. A lo largo de los años, ha influido en la educación, la cultura y la vida política del país, siendo parte activa en la promoción de valores democráticos y cívicos. Exploraremos en detalle la estructura organizativa, los principios fundamentales y el impacto que ha tenido en la sociedad argentina a lo largo de los años.

Estructura Organizativa

La Gran Logia de la Argentina se organiza en diversas logias que funcionan como grupos locales donde los miembros se reúnen para realizar actividades masónicas. Cada logia está compuesta por un grupo de masones que se reúnen en un templo masónico y son guiados por un Venerable Maestro. A su vez, todas las logias están bajo la jurisdicción de la Gran Logia, que supervisa y regula sus actividades.

Principios Fundamentales

Entre los principios que rigen la Gran Logia se encuentran:

  • Tolerancia: Respeto por las creencias y opiniones de los demás.
  • Fraternidad: Promoción de la solidaridad y el apoyo mutuo entre los miembros.
  • Libertad: Fomento del pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad.

Impacto en la Sociedad Argentina

La influencia de la Gran Logia de la Argentina se ha sentido en diversas áreas, como la educación y la política. Muchos de los padres fundadores de la nación, así como numerosos presidentes y figuras prominentes de la historia argentina, han sido miembros de esta organización. Esto ha llevado a que la masonería sea vista como un motor de cambio y progreso en momentos clave de la historia del país.

En el ámbito educativo, la Gran Logia ha promovido la creación de escuelas y universidades, abogando por una educación laica y de calidad. Además, han sido partícipes en diversas iniciativas sociales y culturales que buscan mejorar la calidad de vida de la ciudadanía argentina.

Historia y evolución de la masonería en Argentina

La masonería en Argentina tiene raíces profundas que se remontan a la época de la colonización española. A lo largo de los años, esta organización ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales y políticos del país.

Orígenes en el siglo XVIII

La presencia de la masonería en el territorio argentino comenzó a gestarse a finales del siglo XVIII. Las primeras logias se establecieron en Buenos Aires y otras ciudades portuarias, impulsadas por las ideas de ilustración que promovían la libertad, la igualdad y la fraternidad.

El papel de los patriotas en la independencia

Durante el proceso de independencia de Argentina, muchos de los líderes revolucionarios, como José de San Martín y Manuel Belgrano, eran miembros de la masonería. Esto demuestra la influencia que tuvo la organización en la configuración del futuro del país. Sus ideales se reflejaron en el acta de independencia de 1816, que buscaba una nación más justa y equitativa.

Consolidación en el siglo XIX

En el siglo XIX, la masonería en Argentina se consolidó como una fuerza social y política significativa. Se fundaron diversas logias, y se establecieron vínculos con organizaciones masónicas de otros países. La Gran Logia de la Argentina se creó en 1857, marcando un hito en la institucionalización de la masonería en el país.

Impacto en la sociedad

  • Educación: La masonería promovió la educación laica y la creación de escuelas públicas.
  • Derechos civiles: Abogó por la libertad de culto y los derechos de las minorías.
  • Desarrollo cultural: Impulsó el arte y la literatura a través de diversas iniciativas culturales.

La masonería en el siglo XX y XXI

En el siglo XX, la masonería argentina enfrentó diversos desafíos, incluyendo la dictadura militar de 1976-1983, que persiguió y reprimió a muchos de sus miembros. A pesar de estos obstáculos, la masonería ha continuado su labor de promoción de valores democráticos y de solidaridad.

Hoy en día, la Gran Logia de la Argentina sigue siendo un actor relevante en el ámbito social y cultural, trabajando en temas como la tolerancia y el respeto por la diversidad. La organización busca adaptarse a las nuevas realidades, manteniendo su compromiso con los principios que la fundaron.

Ejemplo de logias destacadas

Nombre de la LogiaAño de FundaciónUbicación
Logia de la Independencia1812Buenos Aires
Logia San Martín1857Buenos Aires
Logia Sarmiento1890Córdoba

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la masonería ha estado presente en momentos clave de la historia argentina, contribuyendo a la formación de una sociedad más justa y equitativa.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la Gran Logia de Argentina?

Es una organización masónica que agrupa logias de todo el país, promoviendo principios de libertad, igualdad y fraternidad.

¿Cuándo se fundó?

La Gran Logia de Argentina fue fundada el 27 de diciembre de 1857.

¿Cuál es su objetivo principal?

Su objetivo es el desarrollo moral y espiritual de sus miembros, así como la promoción de valores éticos en la sociedad.

¿Cómo se puede ser miembro?

Para ser miembro, es necesario tener 21 años, ser propuesto por un masón y pasar por un proceso de investigación y aceptación.

¿Existen requisitos específicos para unirse?

Sí, se requiere ser hombre, tener buena reputación y creer en un ser supremo, aunque no se exige pertenecer a alguna religión específica.

Puntos clave sobre la Gran Logia de Argentina

  • Fundada en 1857.
  • Promueve valores de libertad, igualdad y fraternidad.
  • Abierto a hombres mayores de 21 años.
  • Requiere recomendación de un masón.
  • Fomenta el desarrollo moral y espiritual de sus miembros.
  • No exige pertenencia a una religión específica, pero sí creer en un ser supremo.
  • Participa en actividades filantrópicas y culturales.
  • Opera bajo principios de secreto y confidencialidad.

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